Aditivos alimentarios
Consejo para quienes empiezan a usar aditivos en charcutería artesanal
Si estás pensando en incorporar sal de cura, antioxidantes y polifosfatos en tus elaboraciones artesanales, el primer paso clave es entender que no son enemigos de lo natural, sino aliados de la seguridad y calidad.
Mi recomendación principal:
Comenzá trabajando con dosis precisas y balanza. Usalos con conciencia y conocimiento técnico.
La sal de cura (como el nitrito de sodio) es fundamental para prevenir el botulismo y fijar el color. Usala siempre dentro de los límites reglamentarios 3 gramos por kilo (por ejemplo, 150 ppm en productos cocidos en Argentina).
Los antioxidantes te van a ayudar a mantener el sabor y el color del producto sin enranciamientos ni tonalidades grises.
Los polifosfatos son claves si querés mejorar la textura, lograr buena rebanabilidad y aumentar el rendimiento sin que pierda jugos.
Tip práctico: armate un Excel de trazabilidad donde registres fórmulas, lotes de materia prima y cantidades exactas de cada aditivo. Esto te dará control, consistencia y seguridad.
Y lo más importante: probá, documentá y ajustá, como haría cualquier buen maestro charcutero. La combinación entre tradición y técnica moderna no le quita valor a tu producto, ¡lo potencia!
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